martes, 17 de junio de 2014

Los dientes como herramienta

Los neandertales usaban la boca como tercera mano, ya que no disponían de un sistema neural y corporal adaptado para realizar tareas complejas.

Hasta ahora se sabía que Homo heidelbergensis y neandertales utilizaban los dientes anteriores como herramienta o tercera mano para llevar a cabo diversas tareas, práctica menos frecuente entre Homo sapiens. Pero ¿por qué tenían esa necesidad?

El uso de los dientes como una tercera mano se debe a la limitada capacidad de Homo heidelbergensis y neandertales de integrar cuerpo y cerebro, sobre todo, para llevar a cabo las funciones de coordinación visuoespacial asociadas a la corteza parietal del cerebro, señalan Marina Lozano y Emiliano Bruner, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social y del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, respectivamente.

Los autores han llegado a esta conclusión a través del análisis de los datos de investigaciones sobre el desgaste dental de especies de homínidos desde una perspectiva de la paleoneurología, en concreto, se han basado en la teoría de la mente extendida, según la cual la cognición resulta de la interacción entre el cerebro y el ambiente, donde el cuerpo humano hace las veces de intermediario. Los principales «puertos» de conexión entre el cerebro y el entorno son los ojos, vía de entrada directa al cerebro (del mundo al cerebro), las manos representan la respuesta, es decir, del cerebro en el mundo.

Diferencias cognitivas

Los restos arqueológicos de Homo sapiens, en cambio, no muestran marcas de uso de los dientes tan frecuentes. Además se conoce que el cerebro de los humanos modernos presentaba una morfología de las áreas parietales relacionada con la integración visual y espacial. Ello incluía la capacidad de regir el sistema de coordinación entre el ojo y la mano y de integración con la memoria y las funciones ejecutivas frontales. «En el caso de Homo heidelbergensis y los neandertales este mecanismo no estaría suficientemente desarrollado y, por tanto, necesitaban la boca como tercera mano», explica Lozano.

A pesar de que la reciente investigación aporta una nueva hipótesis explicativa para discernir las diferencias cognitivas que existían entre neandertales y humanos modernos, debe investigarse más. «Aunque en arqueología cognitiva las hipótesis son difíciles de demostrar, en este caso sí que sería posible buscar más informaciones, analizando evidencias sobre otras funciones asociadas a la integración visuoespacial en estas especies extintas», añade Bruner.

Tomado de: http://www.investigacionyciencia.es/noticias/los-dientes-como-herramienta-12155?utm_source=boletin&utm_medium=email&utm_campaign=Psicolog%C3%ADa+y+neurociencias+-+Junio


Aquí pueden ver más detalles: http://www.isita-org.com/jass/Forum/2014_Vol_92.htm

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